Cómo nació Battalion


Nací en el seno de una familia de valores, de fe y de estructura.  

Mis padres me criaron con amor, y con lo mejor que ellos sabían darme. Mi madre, intelectual y sensible. Mi padre, firme y entregado al deber. Su forma de educarme fue desde el corazón, aunque muchas veces sin las herramientas emocionales que necesitábamos.  


Desde pequeño sentí que no encajaba del todo: curioso, soñador, atraído por lo oculto, la historia, lo intelectual, lo místico…  

Fue el inicio de mi sensibilidad, de mi introspección, y de mi búsqueda.


En la adolescencia llegó el caos: rebeldía, identidad rota, lucha contra el sistema familiar y religioso. Quise romper con todo. Me acerqué a la cultura punk, creí que ahí encontraría fuerza.  

Pero solo me perdí más.


Después de vivir unos años en el extranjero, volví sin rumbo ni propósito.

Ingresé a la Infantería de Marina buscando orden, propósito, identidad. Quería ser el mejor. Pero al mismo tiempo vivía bajo la ley del mínimo esfuerzo.

Durante años me dejé arrastrar por los vicios de muchos: alcohol, tabaco, drogas, la doble vida del soldado. Afuera parecía fuerte, pero dentro me sentía vacío.  

Toqué fondo muchas veces. La más notable, cuando un amigo cayó víctima de la misma oscuridad.


Ahí empezó mi renacimiento.


Gracias a Dios, antes de ingresar en las Fuerzas Armadas conocí a una mujer que vio en mí lo que yo aún no era capaz de ver. Ella, con su historia de dolor y abandono, me enseñó lo que es la ternura, la sanación, y el amor verdadero. Me sostuvo cuando no podía sostenerme yo.



Me comprometí conmigo, con Dios y con mi misión.  

Comencé a levantarme a las 05:00, a entrenar como un guerrero, a leer, meditar, sanar a mi niño interior, trabajar mi cuerpo, mi alma y mi espíritu.


Así nació *Battalion Brand*. Y así nació mi misión:  

*forjar hombres con columna vertebral, con fe, con cuerpo fuerte, visión clara, alma limpia y corazón despierto.*  

Hombres que puedan proteger, liderar y amar de verdad.


Hoy soy coach, militar, esposo, y mentor de guerreros.  

Y este es solo el comienzo.


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